GROENLANDIA SE TIÑE DE SANGRE

El pasado 28 de marzo dio comienzo la temporada de brutales asesinatos contra las especies de focas en el ártico. Dicha matanza se ha convertido en un famoso ritual para todos aquellos que por estas fechas se acercan a Groenlandia con el fin de realizar lo que ellos llaman “deporte” y que tiene como fin acabar inocentes focas que ven como miles de ellas mueren cada año sin razón alguna. Esta consigue reunir diversas asociaciones de ecologistas que intentan parar este ritual sin sentido, pero cuando es el propio Ministerio de Canadá el que permite que esto se lleve a cabo, poniendo como excusa que las focas acaban con el bacalao, poco pueden hacer.

El Gobierno ha permitido la matanza de hasta 275.000 jóvenes focas arpa (focas de Groenlandia), asegurando que la caza es sostenible ya que hay 6,3 millones de ejemplares, y aunque esto fuese cierto, prefieren matar a focas jóvenes que aún no han alcanzado la madurez sexual, por lo que llegará un punto en que deje de serlo. Ante la insensibilidad de estas personas que las matan sin pudor alguno, no puedo más que sentir pena, pero más aun por las inocentes focas. Su carne, así como su piel, es importada a diferentes países, pero la caza no deja de ser un simple juego para aquellos que la realizan, quienes utilizan bates o palos de madera con grandes picos, apaleándolas asta la muerte, o despellejándoles la piel. No pueden usar armas de fuego para acabar con ellas puesto que, cada agujero de bala que tengan estos animales en la piel, es menos dinero para sus bolsillos. La total falta de humanidad y de escrúpulos de estos cazadores, les llevan a realizar innumerables torturas, todas ellas respaldadas pos el Gobierno.

Un mes después de que todo esto empezara, la gran superficie helada que es Groenlandia estará totalmente teñida de sangre, y los cazadores preparando sus bates para el próximo año, pues al parecer aun nos queda mucho que hacer para conseguir que esta crueldad finalice de una vez por todas.